LA OBRA:
Una viuda contrata a dos farsantes que se dicen pintores para un trabajo en su casa de citas. al llegar al lugar ocurre un accidente que les hace pensar que han matado a un hombre que en realidad es un maniquí de cera y, a través de las peripecias que hacen los falsos pintores para ocultar su supuesto crimen, nos enteramos de que no sólo los pintores no son tan pintores sino que la viuda no es tan viuda, ni el maniquí es tan maniquí. nada es lo que parece en esta farsa que nos enseña que quien cava una tumba para otro puede terminar cayendo en ella.
Ya comentare cuando luego la vea, allí estaré......
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