Compañia: ENTRECAJAS FUSIÓN
Género: Comedia
Autor: Sergi Belbel
Dirección: Miguel Meca
Elenco: Miguel Simón, Elisa Sainz, Alberto Zalduondo, Inma López/Esher Lastra
Duración aproximada: 80 minutos
Sinopsis:
Una pareja acaba de construir una cama de dimensiones no habituales (dos metros de ancho por dos de largo) en el dormitorio “vacío” de su nuevo apartamento, con el fin de obtener, entre otras cosas, la máxima comodidad en el descanso nocturno. Como la cama llega un día en que ninguno de los dos, por motivos personales o laborales, no puede pasar la noche allí, deciden, de común acuerdo, convocar a un amigo de él y una amiga de ella para que la “estrenen”, aprovechando así el deseo de emparejarlos (o “solucionarlos la vida”). El amigo y la amiga acuden a la cita pero no llegan a encontrar la “comunicación” deseada, planeada impúdicamente por la pareja. Así pues, en su primera noche de existencia, y como contrapunto de unos personajes entregados irremisiblemente al desencanto, incluso a sus pequeñas luchas cotidianas, el lecho-tálamo acabará erigiéndose en protagonista absoluto, sujeto pasivo irrisoriamente desposeído de todas sus “funciones” posibles.
Una sencilla historia en clave de comedia siempre alrededor de una cama omnipresente que no llega nunca a ser “utilizada” y ni tan solo “tocada”. Esta pequeña anécdota no importa demasiado, porque al mismo tiempo se propone hacer un juego con el espectador, la anécdota está protagonizada por cuatro personajes; dos parejas: EL HOMBRE Y LA MUJER, y EL AMIGO Y LA AMIGA. No tienen nombre ni deben nombrarse en el transcurso de la obra.
EL HOMBRE es un tipo más bien serio, con un espíritu crítico muy acusado, con una meticulosidad exasperante. Es él quien diseña y encarga la enorme cama y reflexiona constantemente las funciones que deberá alcanzar. Su enorme capacidad de abstracción choca brutalmente contra la realidad. Así, en el trato con los otros y en la práctica en el “mundo real” (no en el de su cabeza) se muestra obtuso, cerril, débil e irrisorio.
LA MUJER es extravagante, exuberante, “excesiva” y exhibicionista. Sus gestos y movimientos son grandes, exagerados y a veces impertinentes. A ella se le ocurre emparejar a los dos amigos para salvar la situación “trágica” que están padeciendo, cree en el destino y lucha contra el aburrimiento. Tiene un amor desmesurado por los accesorias de la cama que ella misma ha escogido y comprado para vestirlo; un amor desmesurado y casi obsceno por las cosas que ella hace y piensa. Pero esta pasión por sus cosas no es nada más que una máscara detrás de la cual se esconde una profunda debilidad. Su vida es un melodrama.
EL AMIGO es un hombre sincero, poco expresivo. Su relación con EL HOMBRE es muy estrecha y misteriosamente “profunda”, casi mística. Acepta la propuesta de pasar la noche con la amiga de ella para no faltar a su reputación esencialmente “masculina” pero sobretodo porque la cama le resulta salvajemente atractiva. Su particular hedonismo, que le hace reaccionar físicamente con convulsiones y vómitos, no acabará siendo nada más que una prueba de su impotencia, una manera de esconder un carácter débil y asexuado. A primera vista parece fuerte, viril, excitante, con LA AMIGA se comportará con una pasividad absoluta poniendo en duda su aparente vigor libidinoso; es decir un “fantasma”.
LA AMIGA es una chica muy emprendedora, nerviosa, tímida, charlatana, bonita y profundamente miope. Tiene una voluntad firme de agradar absolutamente a todos, causa real de sus problemas. Acepta con los ojos cerrados la propuesta de pasar la noche allí con EL AMIGO porque está convencida que a partir de aquel momento su vida cambiará rotundamente. Cree en el destino y siente que aquel día es muy especial para ella. Su físico es dulce y agradable, sus maneras y sus gestos son ásperos y desafortunados.
Y, como último personaje:
LA CAMA, que a pesar de ser un objeto estático, parece querer convidar a los personajes al encuentro, a la relación, al enlace o también al descanso y al reposo…..pero no lo consigue.
Una pareja acaba de construir una cama de dimensiones no habituales (dos metros de ancho por dos de largo) en el dormitorio “vacío” de su nuevo apartamento, con el fin de obtener, entre otras cosas, la máxima comodidad en el descanso nocturno. Como la cama llega un día en que ninguno de los dos, por motivos personales o laborales, no puede pasar la noche allí, deciden, de común acuerdo, convocar a un amigo de él y una amiga de ella para que la “estrenen”, aprovechando así el deseo de emparejarlos (o “solucionarlos la vida”). El amigo y la amiga acuden a la cita pero no llegan a encontrar la “comunicación” deseada, planeada impúdicamente por la pareja. Así pues, en su primera noche de existencia, y como contrapunto de unos personajes entregados irremisiblemente al desencanto, incluso a sus pequeñas luchas cotidianas, el lecho-tálamo acabará erigiéndose en protagonista absoluto, sujeto pasivo irrisoriamente desposeído de todas sus “funciones” posibles.
Una sencilla historia en clave de comedia siempre alrededor de una cama omnipresente que no llega nunca a ser “utilizada” y ni tan solo “tocada”. Esta pequeña anécdota no importa demasiado, porque al mismo tiempo se propone hacer un juego con el espectador, la anécdota está protagonizada por cuatro personajes; dos parejas: EL HOMBRE Y LA MUJER, y EL AMIGO Y LA AMIGA. No tienen nombre ni deben nombrarse en el transcurso de la obra.
EL HOMBRE es un tipo más bien serio, con un espíritu crítico muy acusado, con una meticulosidad exasperante. Es él quien diseña y encarga la enorme cama y reflexiona constantemente las funciones que deberá alcanzar. Su enorme capacidad de abstracción choca brutalmente contra la realidad. Así, en el trato con los otros y en la práctica en el “mundo real” (no en el de su cabeza) se muestra obtuso, cerril, débil e irrisorio.
LA MUJER es extravagante, exuberante, “excesiva” y exhibicionista. Sus gestos y movimientos son grandes, exagerados y a veces impertinentes. A ella se le ocurre emparejar a los dos amigos para salvar la situación “trágica” que están padeciendo, cree en el destino y lucha contra el aburrimiento. Tiene un amor desmesurado por los accesorias de la cama que ella misma ha escogido y comprado para vestirlo; un amor desmesurado y casi obsceno por las cosas que ella hace y piensa. Pero esta pasión por sus cosas no es nada más que una máscara detrás de la cual se esconde una profunda debilidad. Su vida es un melodrama.
EL AMIGO es un hombre sincero, poco expresivo. Su relación con EL HOMBRE es muy estrecha y misteriosamente “profunda”, casi mística. Acepta la propuesta de pasar la noche con la amiga de ella para no faltar a su reputación esencialmente “masculina” pero sobretodo porque la cama le resulta salvajemente atractiva. Su particular hedonismo, que le hace reaccionar físicamente con convulsiones y vómitos, no acabará siendo nada más que una prueba de su impotencia, una manera de esconder un carácter débil y asexuado. A primera vista parece fuerte, viril, excitante, con LA AMIGA se comportará con una pasividad absoluta poniendo en duda su aparente vigor libidinoso; es decir un “fantasma”.
LA AMIGA es una chica muy emprendedora, nerviosa, tímida, charlatana, bonita y profundamente miope. Tiene una voluntad firme de agradar absolutamente a todos, causa real de sus problemas. Acepta con los ojos cerrados la propuesta de pasar la noche allí con EL AMIGO porque está convencida que a partir de aquel momento su vida cambiará rotundamente. Cree en el destino y siente que aquel día es muy especial para ella. Su físico es dulce y agradable, sus maneras y sus gestos son ásperos y desafortunados.
Y, como último personaje:
LA CAMA, que a pesar de ser un objeto estático, parece querer convidar a los personajes al encuentro, a la relación, al enlace o también al descanso y al reposo…..pero no lo consigue.
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