En la pintura de Juan Cabrero, lo primero que destaca es su capacidad
reflexiva ante el motivo representado, ya sea un paisaje rural, urbano o
incluso una central térmica, aspecto que le
lleva a analizar en profundidad, determinadas cuestiones que son la base
de su trabajo: luz, color, dibujo y composición. Cada cuadro significa un nuevo
ejercicio de investigación acerca de estos elementos, y es por ello que sus
obras transmiten una atmósfera diferente y así podemos encontrar temas
similares pero que nos evocan distintos sentimientos y formas de percibir la
realidad.
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